Por: Alfonso Fraguela
La Comunicación es una ciencia vital, en el desarrollo normal de un país y del mundo. Se imaginan que ocurriría ante su ausencia, pues estaríamos viviendo aún en los estadios insipientes del nacimiento de la humanidad.
Conocer la existencia de un nuevo descubrimiento para el beneficio de la humanidad, tener conocimiento de los temas que son abordados durante una sesión de la Organización de las Naciones Unidas, detalles de los resultados de las elecciones de una nación, que mantiene relaciones con otros países, son solamente ejemplos sencillos de los importante de una comunicación efectiva.
En los últimos tiempos las redes sociales, han obligado a los medios de comunicación a explorar en estos canales la posibilidad de posesionarse, pues la inmediatez es esencial en nuestros tiempos, a diferencia de épocas pasadas, donde sentarse a ver las noticias de las 6 de la tarde representaba un ritual diario.
Pero la tecnología y los teléfonos inteligentes traen consigo un acceso inmediato de lo que ocurre en el mundo.
La contratación de influenciadores, en mucho de los casos es una forma errónea de comunicar, pues se requiere cierta experiencia y un conocimiento profesional que se adquiere en las universidades y con el trabajo de años que forjan el prestigio del profesional que se contrata.
Mientras que contratar a un influenciador para que reproduzca o comente sobre un tema en particular, creyendo que sus seguidores lo leerán no es de todo cierto, pues no necesariamente las redes sociales se manejan así.
Pretender dar a conocer un producto, o difundir una oferta comercial es comprensible bajo la figura del influenciador, pero existen temas que no dominaran y requieren de un profesional del periodismo o de medios que pueda coordinar y dirigir temas sensitivos, por ser más profundos y menos superficiales.
La realidad es que hay muchos temas que requieren divulgación, pero no todos pueden hacerlo. El mensaje debe ser claro preciso, directo, con coherencia cuidando la ortografía y los términos que enriquecen la nota.
Porque la suma de todos esos detalles, garantizan a la persona que se le ofrece un servicio de comunicación, que no se equivocó al contratar a un profesional.
Imaginemos por un momento que pasaría si un representante de una honorable familia en Panamá atropella a un individuo y le causa la muerte. Por lo que se hace necesario desarrollar toda una campaña encaminada a reducir los daños que han ocasionado los hechos descritos.
Enfrentar este tema es complejo, habrá que reunirse con el equipo de abogados, es necesario designar un vocero que tenga ciertas cualidades específicas que alivien o atenúen el impacto causado en la sociedad.
Una mala elección puede tirar al traste, toda una estrategia y eso causaría un daño irreparable.
Por eso al momento de elegir a un profesional, el prestigio que le antecede es invaluable, así como su trayectoria en los medios, no se esta contratando un profesional caro, se esta pagando por un servicio que se compromete a aplicar “que tu triunfo es mi triunfo y tu fracaso es mi fracaso”.