El rechazo ha vuelto a imponerse en el plebiscito sobre el nuevo proyecto de Constitución en Chile. El voto ‘en contra’ de la nueva propuesta de Carta Magna chilena, con un marcado carácter conservador, ha ganado con un 55,76% de votos. De este modo los chilenos echan por tierra el segundo proyecto constituyente en 15 meses y mantienen vigente la Constitución heredada de la dictadura militar de Augusto Pinochet (1973-1990) y ampliamente reformada en democracia. 

Además, se cierra definitivamente, al menos durante la presidencia de Gabriel Boric (2022-2026), el debate constitucional, porque el mandatario progresista ya ha dicho que no impulsará un tercer proceso constituyente. “La política ha quedado en deuda con el pueblo de Chile”, ha reconocido el mandatario, al admitir que fue incapaz de redactar una propuesta constitucional de consenso, y ha pedido a las fuerzas políticas “respetarnos y volver a encontrarnos“.

El país se polarizó, se dividió y, al margen de este contundente resultado, el proceso constituyente no logró canalizar las esperanzas de tener una nueva Constitución redactada por todos“, ha indicado Boric.

El resultado de este plebiscito, más que una celebración, es un fuerte llamado de atención. Si quien obtiene la mayoría circunstancial intenta negar la existencia del otro, jamás avanzaremos en materias que no pueden seguir esperando“, ha advertido el presidente Boric. “La patria no se reinventa de un día para otro, debemos respetarnos y volver a encontrarnos como chilenos“, ha indicado el jefe de Estado. “Ni celebración ni arrogancia; pelota al piso, humildad y trabajo, mucho trabajo“, ha añadido en una declaración institucional con un alto grado de autocrítica.

El partido conservador Unión Demócrata Independiente (UDI), que hizo campaña a favor de la nueva propuesta, ha sido el primero en salir a reconocer los resultados y su líder, Javier Macaya, ha dicho que los chilenos “no quieren cambios constitucionales ni tampoco refundaciones“.

“A ver si después de dos procesos fallidos se consolida en Chile la necesidad de llegar a acuerdos porque finalmente el primer proyecto (rechazado) era de la izquierda y el segundo de la derecha”, ha dicho por su parte el presidente de la Democracia Cristina, Alberto Undurraga (centro).

Boric promete “seguir trabajando por las prioridades de la gente”

El resultado de este domingo supone un varapalo para el ultraderechista Partido Republicano, que tuvo un peso fundamental en la redacción del nuevo texto y aspiraba a convertirse en la fuerza hegemónica de la derecha. Mientras que tanto la derecha tradicional y la ultraderecha defendían que la propuesta se hacía cargo del problema de la inseguridad y ponía fin a la incertidumbre institucional que generaron las masivas protestas de 2019, la izquierda aseguraba que el texto era “dogmático” y profundizaba en el modelo neoliberal implantado durante el régimen militar.

Independientemente del resultado vamos a seguir trabajando por las prioridades de la gente“, dijo tras depositar su voto el presidente Boric, quien no se ha involucrado directamente en esta elección, a diferencia de lo que hizo en el plebiscito del año pasado.

La actual carta magna entró en vigor en 1981, en plena dictadura del general Augusto Pinochet (1973-1980), pero fue reformada decenas de veces en democracia, especialmente en 2005, durante la Presidencia de Ricardo Lagos (2000-2006).

Más cerca del sí, pero con menos participación

El rechazo se ha situado en torno al 55% de los votos, disminuyendo del 62% obtenido en el anterior referémdun. Sin embargo, la cifra de excusas para no votar en el plebiscito de este domingo ha triplicado la del de 2022.

Más de 340.000 personas han pedido excusa para no votar en el referéndum obligatorio sobre el nuevo texto de Constitución en Chile, una cifra que evidencian el cansancio de un sector de la población respecto a un proceso para elegir entre mantener una Constitución escrita en dictadura -y reformada en democracia- y una renovada carta magna de tinte conservador.

Según han informado las autoridades policiales a cargo de procesar esta documentación, durante toda la jornada electoral miles de personas han hecho fila en las afueras de las comisarías para excusarse formalmente y evitar así las multas establecidas por no participar en el proceso, al que estaban convocados 15,4 millones de ciudadanos chilenos.

Con información de Noticias Rtve.es

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