Por: Alfonso Fraguela.

Panamá se encuentra en este momento sumido en un proceso electoral, cumpliendo con los tiempos previstos en la programación del Tribunal Electoral, donde aún no se percibe claramente el escenario final, y lo único que se puede ver son cambios en el escenario todos los días.

Hace una semana el tema era la postulación de la exprimera Dama Marta Linares de Martinelli, y solamente se hizo el anuncio, y esto generó un debate sobre el “parentesco o no” con su esposo a quien acompañaría en la fórmula presidencial para el 2024.

Esto llevó a muchos a confrontar un Fallo de la Honorable Corte Suprema de Justicia del año 2015, donde se atacaban dos resoluciones del Tribunal Electoral, que dio luz a un pronunciamiento de inconstitucionalidad por considerar que había afinidad con el Presidente Constitucional número 36 de la República de Panamá en ese momento, y que eso violaba el Artículo 193 numeral 2 de nuestra Carta fundamental.

Luego, que el Tribunal Electoral confirmara que no existía impedimento para poder entrar al ruedo político, se hace pública la dimisión de la compañera de fórmula del expresidente Ricardo Martinelli Berrocal, por medio de una comunicación expresa que, entre otras cosas mencionaba que “Desde el inicio hemos notado la intención por parte del Tribunal Electoral de entorpecer mi postulación, totalmente legítima a la Vice Presidencia de la República.”

Posteriormente a todo esto, el Partido Realizando Metas, rápidamente recompuso su fórmula presidencial incorporando a José Raúl Mulino, quien ha ejercido el cargo de Ministro de Estado en diversas administraciones gubernamentales.

Por otro lado, también para esta semana, se da la notificación de un proceso disciplinario al Presidente Constitucional número 35 de la República de Panamá.

El cuestionamiento es haber infringido, normas estatutarias del Partido Revolucionario Democrático, que lo obligarían a tolerar las actuaciones del gobierno en turno y que no son compartidas por él por alejarse del lineamiento torrijista, que le orientó su padre y fundador del PRD.

Igualmente, esta semana otro que recibió ataques fue el compañero de la nómina presidencial del candidato Rómulo Roux, cuyas criticas giraban sobre supuestas reuniones, antes de aprobada la alianza con el partido gobernante.

También la perseguidora, se posó sobre la Asamblea Nacional con la aprobación a la carrera de la reforma al Código Electoral, multiplicando los Diputados Residuales, y quedando en manos del Presidente Constitucional número 38, la sanción de una norma electoral. Acción que no se hizo esperar, dando nacimiento a la Ley N° 403 de viernes 13 de octubre de 2023 que modifica el Artículo 380 del Código Electoral, publicado en la Gaceta Oficial No. 29889-A de la misma fecha.

Esta modificación a última hora no fue del agrado de los Magistrados del Tribunal Electoral encargados de garantizar un torneo cristalino, porque afecta la confianza en el mismo.

No debemos olvidar que algunos lo único que ven en este torneo, es repetir por 5 años más y lograr con ello tener garantías de ingresos por un periodo igual.

Sentimos que se hace necesario, un llamado enérgico de la Iglesia para que los ataques y las campañas desorientadoras sean frenadas, porque requerimos paz y mejores días para el pueblo panameño.
La turbulencia que hoy vivimos no ayuda en nada al país, ni a la democracia. Parece que la clase política, no puede respetar los pactos éticos de ninguna naturaleza, obligando al electorado a quitarnos el velo, y sancionar las acciones u omisiones realizadas con el voto castigo.

El escenario sigue tan confuso para el panameño, porque no se descartan acuerdos políticos futuros de los candidatos por la libre postulación, que sigan compliquen la claridad electoral del que asiste a votar, convirtiendo el voto directo en las próximas elecciones en un pareo electoral.

Comparte

Write A Comment