Por su parte la OMS ha confirmado que 551 personas han muerto y la existencia de, al menos, 5.000 heridos.

Los combates entre facciones militares que se disputan el poder en Sudán han causado la muerte confirmada de 190 niños y provocado heridas en 1.700, según ha denunciado este viernes UNICEF, la agencia de Naciones Unidas para la protección de la infancia.

Esta cifra solo incluye a los niños que consiguieron llegar a centros de atención médica llevados por sus familiares y que fallecieron allí, por lo que se cree que el número real de menores muertos es mayor, ha reconocido el portavoz de Unicef, James Elder, en una rueda de prensa en Ginebra.

Además, esa cifra solo cubre los primeros once días desde el inicio de las hostilidades, el pasado 15 de abril, debido a que la violencia armada hace cada vez más difícil recoger información en el terreno sobre el impacto del conflicto en la población civil.

Instalaciones médicas desbordadas

En total, según ha confirmado la Organización Mundial de la Salud (OMS) este viernes el conflicto ha causado la muerte de 551 personas y provocado heridas a otras 5.000.

Las instalaciones médicas, desde centros de atención primaria hasta hospitales, están siendo objeto de ataques de distinto tipo, con 28 incidentes reportados.

La primera consecuencia de esta situación es que solo el 16% de los establecimientos médicos en la capital Jartum -la zona urbana más afectada por los combates entre facciones militares que se disputan el poder- operan a toda su capacidad y el 60% ha dejado de funcionar completamente, ha confirmado la OMS.

No hacer retornar a los sudaneses

Ningún país del mundo debe hacer retornar en las circunstancias actuales a sudaneses a su país, sean estos refugiados o migrantes, ya que esto puede suponer un riesgo para sus vidas, ha aseverado también este viernes la ONU.

La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) tiene constancia de que hay 845.000 sudaneses refugiados, la gran mayoría en los países vecinos, pero también en Europa, Norteamérica y Malasia, además de un número indeterminado que son trabajadores migrantes en el exterior.

Los refugiados y migrantes en el exterior, aunque no formen parte del sistema de asilo, no deben ser retornados o expulsados, ni siquiera si tienen visados o pasaportes vencidos“, ha reiterado la prensa en Ginebra la directora de Protección Internacional de ACNUR, Elizabeth Tan.

Noticias RTVE.es

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