Por: Miguel Antonio Bernal.

En Carta Abierta al Ciudadano Presidente de la República de Panamá, en mi carácter de Coordinador General del Movimiento de Ciudadanos Unidos por la Constituyente, hemos enviado a nombre de los Conciudadanos integrantes del mismo, la misiva que aquí reproduzco:

Ciudadano Presidente: 

Cualquier persona, en nuestro país, sin riesgo alguno, podría fingir desconocer la gravísima crisis, integral, profunda y generalizada, que atravesamos, cuyas repercusiones socioeconómicas son cada vez más acentuadas y lesivas.

Pero usted, que pidió ser reconocido como “el primer obrero”, no puede seguir conduciéndose como si aquí, bajo su administración no existieran motivos de preocupación, porque no es así.   La situación del país, como nunca antes, está gravemente comprometida; Colón no es un caso aislado; en el resto del país se viven situaciones iguales e incluso peores. 

Porque su gestión fracasó; ya que debiendo asumir la conducción de la nave del Estado, con consciencia y responsabilidad, centró su atención en favorecer los intereses de una minoría; de manera tal que el resto de la población, vivimos en permanente zozobra; como si usted jamás hubiera tenido un plan de trabajo coherente.

Por ello resalta la incompetencia; la improvisación y la corrupción que son asfixiantes; el saqueo y el despilfarro de  los recursos públicos es escandaloso; no importa cuántos sean sus mensajes ni promesas de combate a la corrupción ni de transparencia; su gobierno  perdió totalmente la credibilidad; al extremo, que el “socio estratégico”, vino a decírselo aquí públicamente. 

Reaccione Ciudadano Presidente; apártese del círculo de asesores, y consulte otras fuentes, exija la verdad, tal cual; porque ya no hay tiempo para más mentiras ni para maquillar la cruda y dura realidad. 

Asuma el riesgo que las actuales circunstancias demandan. No crea que los panameños nos tragamos el cuento del triunfo del grupúsculo que se conduce como amo de la vida, honra y bienes del resto de la población.

Ciudadano Presidente: convoque la Asamblea Constituyente; sería infinitamente mejor para el país y de paso, para usted, porque le permitiría identificar a quienes lo hacen parecer como rehén de la pandilla de delincuentes que, en su insaciable codicia y desmedido afán de poder, nos arrastran hacia el precipicio, comprometiendo aún más, nuestro destino como Nación.

No se exponga al riesgo de ser condenado ante la historia, como su principal cómplice. No dude que, la mayoría ciudadana, respaldará su iniciativa, como única vía pacífica, incluyente y capaz de conferir legitimidad al ejercicio del poder público. 

De no actuar como corresponde entonces, ciudadano Presidente, RENUNCIE  de inmediato a su cargo para que no siga “pisoteando la vida y la dignidad de nuestro noble pueblo panameño”.

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