Por: Miguel Antonio Bernal
En un par de años, se llevarán a cabo las elecciones, en las que el derroche de demagogia competirá, a la par de la malversación de dineros. en propagandas y publicidad engañosa, y amaneceremos con la misma realidad existente antes.
La realidad es que nuestro país está urgido de un proceso constituyente, democrático, participativo y sin estar sometido al nefasto Artículo 314 de la constitución impuesta y aun vigente, prósima a cumplir em octubre del presnte, cincuenta años de haber sido impuesta en dictadura.
En más de una ocasión, he planteado en diversos foros, libros y artículos, la necesidad de una Quinta papeleta en las elecciones, para que el electorado, soberano y único detentador del poder constituyente, dig sí o no a la convocatoria de una Constituyente. La nula atención de las diversas organizaciones ciudadanas y de los partidos politicos a la propuesta, lejos de desanimarme, me comprometen a insistir en la necesidad de una Constituyente, pues el continuo y creciente deterioro del acontecer, no cesa.
Es obligante encontrar una salida política vía constituyente. Llevo más de cuatro décadas postulando la necesidad de una ASAMBLEA CONSTITUYENTE, proceso democrático, participativo, popular y pacífico, que es la alternativa que debemos promover cada día más, para poder alcanzar una verdadera actualización de nuestra formación social
Un nuevo Pacto Social no ha sido jamás visto con buenos ojos de parte de los factores reales de poder. Ni los de ayer, ni los de hoy. Pero ello, lejos de amedrentarnos, debe motivarnos a buscar planteamientos para poder alcanzar la apertura de un proceso constituyente en nuestro Panamá.
Me permito formalmente volver a proponer, como lo viene haciendo el Movimiento de Ciudadanos Unidos por la Constituyente (CUCO), que al no haber querido llamar a un referendum en que se pregunte a los ciudadanos: ¿ESTÁ USTED DE ACUERDO CON LA CONVOCATORIA DE UNA ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTE A MAS TARDAR DENTRO DE TRES MESES? SI O NO., se incluya en mayo del 2024 una quinta papeleta.
Considero que es desde ahora, que debemos empezar a debatir y, de coincidir, adelantar todos las actividades necesarias para hacer de la Constituyente algo más que una consigna: el compromiso de alcanzar el respeto al poder ciudadano.
