Pudo convertirse en un museo que contara la época dorada de la transnacional Chiriqui Land Company, cuando en Puerto Armuelles todo era prosperidad, los habitantes vivían holgadamente, el muelle era testigo del ir y venir de grandes barcos y las bananeras eran el orgullo dentro y fuera del país. En su lugar, la han dejado morir poco a poco.

Por: Carmen Boyd Marciacq. En nuestro recorrido, buscando lugares interesantes nos volvimos a encontrar nuevamente después de casi 10 años.

Confieso que quería regresar y rememorar los tiempos en que junto a un gran equipo de trabajo, prácticamente nos mudamos a Puerto Armuelles, para llevar adelante el pago de las prestaciones a los ex empleados de la antigua Coosemupar.

En esa época (2009-2011) aproximadamente, fuimos huéspedes de la histórica Casa Blair, ya que diariamente bajábamos desde David hasta Puerto, y se consideró que lo mejor era establecernos allí. Eso nos permitió apreciar en su magnitud, la historia que guardaban esas paredes.

Algo descuidada ya, pero aun así habitable, recuerdo la Casa Blair entre esos años (2009-2011) muy amplia. Un gran recibidor con un bar de madera a un lado, y mas allá un comedor de 10 puestos. Sus recámaras con aires acondicionados en cada una y sus respectivos baños. Una gran cocina y área de lavandería, y por supuesto los muebles que aunque no eran los más modernos habían sobrevivido al paso de los años

Dormitorio de la casa Blair

En la imagen superior, se ve la cama king size del dormitorio principal.

ILUSTRES VISITANTES La Casa Blair en sus años de gloria fue punto de encuentro, reunión y hasta hospedaje para ilustres visitantes entre los que se menciona: Albert Einstein y su esposa Eloise ( En enero de 1933 fueron llevados de regreso a Puerto Armuelles desde Esperanza por Mark Trafton Jr. primer gerente de la empresa.

Otras estrellas de cine como John Wayne, políticos y por supuesto personalidades del mundo empresarial de la época, así como los más altos directivos de la empresa bananera, también alzaron sus copas en ese lugar.

Sala de estar de la casa Blair

En el comedor, militares entre los que se recuerda al General de Brigada Omar Torrijos Herrera, y posteriormente al ex hombre fuerte de Panamá, Manuel Antonio Noriega, sostuvieron reuniones innumerables veces con su Estado Mayor, con directivos de la bananera y hasta con fiestas que terminaban entrada la madrugada

Sala de estar de la casa Blair

Los muebles y accesorios eran originales. Las sillas e incluso los ceniceros eran los mismos donde Somoza, Omar Torrijos y Manuel Noriega habían dejado sus cigarros. De hecho, todos los presidentes de Panamá se habían alojado o visitado este sitio histórico.

Se necesitaba muy poca imaginación para sentarse en las suaves sillas de madera maciza y dejar que la mente nos llevara a la época en que esta sala se llenaba de humo de cigarrillos y puros. Cuando hermosas damas caminaban por los pasillos, cuando presidentes con impecables trajes tropicales blancos y generales, con uniformes impecablemente decorados, disfrutaban sentados de la vista al mar frente al campo de golf.

LA CASA BLAIR HOY Es una trampa de muerte para quien se atreva siquiera a pisar un escalón para entrar.

NECESITA REPARACIONES Cambio de maderas, verjas de hierro, techo, plomería, revisión y cambio de todo el sistema eléctrico, pero sobre todo la buena disposición y visión del Ministerio de la Cultura, la Autoridad de Turismo y que desde la Presidencia de la República hacia abajo, vean el potencial que este histórico lugar puede desarrollar, atrayendo a turistas que bien planificado, quieran recorrer las fincas bananeras, mientras guías turísticos van haciendo un recuento de las diferentes paradas donde se llevaba el proceso del banano.

¡ALO PRESIDENTE MULINO! Con un padre que ocupó diversos cargos públicos, entre ellos el haber sido alcalde en Puerto Armuelles (José Mulino Rovira, QEPD) , hoy por hoy, los habitantes piden al presidente de la República, José Raúl Mulino Quintero, que a diferencia de otros gobiernos pasados, evalúe las grandes ofertas que turísticamente puede ofrecer este golpeado corregimiento que forma parte del distrito de Barú.

Un buen puerto multimodal, donde atraque el turismo, casas a lo largo de su geografía que aun guardan el estilo en algunos casos colonial y en otros el clásico americano, que restauradas podrían ser perfectamente hoteles familiares, de veraneo y comercios. Una vía que directamente desde el puerto multimodal, hacia la frontera con Costa Rica, comunicara a los turistas a un día de compras, y hasta un camino mucho más corto para llegar a las hermosas tierras altas desde Puerto Armuelles, un recorrido interno por las fincas donde aun quedan maquinarias de la época, andenes de desembarco y lavado del banano, equipos de carga, y aunque parecen chatarras, bien restauradas contarían una historia que la ambición de sindicatos, y el poco importa de los gobierno, terminó de sepultar.

La pregunta del millón… ¿HABRA VOLUNTAD DE ESTE GOBIERNO PARA HACER LO QUE NO HICIERON OTROS POR PUERTO ARMUELLES?

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