Por: Miguel Antonio Bernal V.
Una vez más, y todo parece indicar que ya se hace costumbre, los representantes de veintisiete (27) Estados Europeos, han acordado este martes mantener a Rusia, Panamá y otros nueve (9) territorios,en su «black list» ‘ de paraísos fiscales. Así pues, muchos que ni siquiera saben dónde queda geográficamente ubicada Panamá, toman la decisión – sin escucharnos-, que ellos consideran que Panamá «no es cooperativa a efectos fiscales«.
El listado de los eurocentristas de la Unión Europea incluye también a otros países que, siempre según los elitistas europeos, «no han entablado un diálogo constructivo sobre gobernanza fiscal o no han cumplido sus compromisos de implementar las reformas necesarias y que deben apuntar a cumplir con un conjunto de criterios objetivos de buena gobernanza tributaria, como transparencia, tributación justa o la implementación de estándares internacionales diseñados para prevenir la erosión de la base imponible y el traslado de ganancias«. O sea, Panamá puede sentarse en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, pero también la sientan, o más bien condenan a formar parte de una lista donde no están todos los que son, ni tampoco son todos los que están.
Con la decisión de la Unión Europea, los Estados: Anguila, Fiyi, Guam, Palaos, Islas Vírgenes de Estados Unidos, Samoa, Samoa Americana, Panamá, Rusia, Trinidad y Tobago y Vanuatu, quedan incluidos y enmarcados en la lista elitista y de apartheid de la Unión Europea, que dice «lamentar que estas jurisdicciones aún no cooperen plenamente en materia fiscal y las invita a mejorar su marco jurídico para resolver los problemas identificados» .
La denominada «lista de jurisdicciones no cooperativas a efectos fiscales«, la estableció la Unión Europea en diciembre de 2017 y forma parte de la estrategia que practica la Unión Europea en materia fiscal. Ante esta afrenta adicional a nuestro país, va siendo hora que los panameños cerremos filas y hagamos valer, con dignidad y firmeza, nuestra identidad y personalidad internacional, además de dotarnos de una real, verdadera y efectiva política exterior, que buena falta nos hace.