Por: Miguel Antonio Bernal V.
El comportamiento del gobierno del PRD para imponer el contrato, negociado y firmado a espaldas de la población, nos confirma una vez más, que son “los mismos con las mismas”,
Bien nos enseña el refrán que “el lobo muda de piel, pero no de costumbres. Y el estepario PRD, al igua que el resto de la partidocracia que apoya el leonine contrato, nos restriegan en la cara que, para ellos, la Patria no cuenta sino sus bajos intereses monetarios y de poder.
La lluvia de perdigones que los dos últimos días, acompañada de infinita cantidad de gases lacrimogenos y pimienta, lanzados contra la ciudadanía que expresaba su repudio al entreguismo cipayo, nos revela hasta dónde están dispuestos a llegar los cómplices de la minera, con tal de imponer su indignante contrato.
Como ya ha sido señalado- por distintas voces patriotas que han expresado cívicamente sus argumentos razonados-, el contrato que buscan imponer si es necesario a sangre y fuego, viola el Estatuto constitucional vigente, así como el Código Laboral, el de Comercio, el de Minería y el propio Código Judicial.
Pero, más allea de la normative juridical, se lleva de calle más de una docena de acuerdos internacionales y nacionales en material ambiental,sin dejar de menciona el Convenio de Paris sobre la protección de los recursos hídricos.
Da una concesión de tierras superios a dos veces el tamaño del Distrito de San Miguelito, además que cede el derecho a la minera, a exigir todas las tierras que se les ocurra, en un contrato de 40 años de duración, prorogables.
Cede, además de tierras, áreas marinas y aereas, también Despoja al Estado de tributos que le corresponden por diversas concesiones que, en material de generación electrica, aeropuertos, muelles, recursos hídricos, etc, los negociadores entregaron a la minera en la que prevalecen los intereses de la República Popular China, Corea del Sur, Singapur y Canadá.
Los diputados que aprueben este contrato ignominioso, serán por siempre recordados junto a los integrantes del Ejecutivom el Contralor y todos los que han participado en el mismo, como descarados y descarnados antipatriotas que, por un puñado de dólares, cometen el delito de lesa Patria
