La Ministra de Relaciones Exteriores de Panamá, Janaina Tewaney, el Ministro de Relaciones Exteriores de Colombia, Álvaro Leyva Durán, y el Secretario de Seguridad Nacional de EE.UU., Alejandro N. Mayorkas, encabezaron este martes las delegaciones de alto nivel, reuniendose en la ciudad de Panamá, para discutir los esfuerzos conjuntos y hacer frente a uno de los problemas más apremiantes de la región: la migración irregular.
La delegación estadounidense estuvo integrada por la Administradora de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, Samantha Power, la jefa del Comando Sur de los Estados Unidos, la General Laura Richardson, y altos representantes de toda la administración Biden., contando también con la presencia de S. E. Maricarmen Aponte, embajadora de Estados Unidos en nuestro país.
Los jefes de delegación, en la Declaración Conjunta reafirman y expresan su compromiso con la hoja de ruta establecida en el comunicado conjunto del 14 de febrero del presente año en Apartadó, Colombia.
El documento recalca el interés y responsabilidad compartido para prevenir el riesgo para la vida humana, desbaratar las organizaciones criminales transnacionales y preservar la vital selva tropical, por parte de los gobiernos de Panamá, Colombia y Estados Unidos, quienes se proponen llevar a cabo una campaña coordinada de dos meses para hacer frente a la grave situación humanitaria en el Darién.
El Darién es uno de estos retos regionales. Cada año, decenas de miles de migrantes intentan cruzar la frontera entre Panamá y Colombia, poniendo sus vidas en manos de contrabandistas, y muchos perecen al intentar atravesar el traicionero terreno.
Mediante esta campaña coordinada de sesenta días y una cooperación sostenida, los tres gobiernos tratarán de alcanzar los siguientes ambiciosos objetivos:
1. Acabar con el movimiento ilícito de personas y mercancías a través del Darién, tanto por corredores terrestres como marítimos, que conduce a la muerte y a la explotación de personas vulnerables por ganancias significativas.
2. Abrir nuevas vías legales y flexibles para decenas de miles de migrantes y refugiados como alternativa a la migración irregular.
3. Poner en marcha un plan para reducir la pobreza, mejorar la prestación de servicios públicos, crear empleo y promover oportunidades económicas y sostenibles en las comunidades fronterizas del norte de Colombia y el sur de Panamá, a través de alianzas internacionales entre instituciones financieras, la sociedad civil y el sector privado.
Esta reunión trilateral sirve de llamamiento a la acción para que toda la región se una para hacer frente a la migración irregular, en el espíritu de la Declaración de Los Ángeles sobre Migración y Protección