El presidente de la República, Laurentino Cortizo Cohen, en compañía de la Iglesia Católica instaló la tarde de este jueves la Mesa del Diálogo por Panamá, en la que solicitó que sea un diálogo sin doble agenda, sincero y sin exclusión, que beneficie a todos los panameños.  

El jefe del Ejecutivo detalló que consideró oportuno convocar e instalar un proceso de Diálogo por Panamá porque entiende lo que están pasando los panameños, porque el país no escapa a los efectos de la coyuntura mundial.

Yo soy el presidente de la República y recibo mucha información; hay algunas personas y políticos infiltrados en estos movimientos, que son buenos, pero algunos políticos los están contaminando con malas intenciones”, advirtió Cortizo Cohen en el acto de instalación en el Centro de Convenciones de la Ciudad del Saber.

Detalló que solicitó a la Iglesia Católica, en especial al monseñor José Domingo Ulloa, que sirva de facilitador en este proceso que inicia hoy. Explicó que se eligió a las iglesias “porque son las instituciones con la más alta credibilidad en el país”.

Cortizo Cohen reiteró que las puertas del Diálogo por Panamá están abiertas a todos, sin exclusión, “las puertas de la Patria no se le cierran a nadie, están abiertas para todos”.

Es lamentable que los principales grupos que protestan en las calles, no hayan acudido a la mesa del diálogo, ignorando por completo el llamado de la Iglesia Católica”

El mandatario dijo que todos los panameños “hemos enfrentado una pandemia y huracanes, hemos llevado a cabo un proceso de vacunación e iniciado la recuperación económica. Hemos entendido que todos nos necesitamos para ayudarnos, este diálogo debe servir para que emane la verdad”, señaló.

El presidente Cortizo Cohen aprovechó la oportunidad para solicitar “de manera respetuosa y humilde” a los diversos sectores productivos del país que realizan manifestaciones que se permita el libre movimiento vehicular en el país. “Las protestas son parte de la democracia, pero que no nos perjudique a nosotros mismos”, remarcó.

El arzobispo de Panamá, José Domingo Ulloa Mendieta, manifestó que el diálogo es la herramienta que nos permite, entre todos, construir ese Panamá que todos anhelamos y soñamos. “Nuestro diálogo tiene que ser accesible a todos; todos tenemos derecho a participar”, dijo Ulloa.

Igualmente, destacó que “somos conscientes de esta misión de ser facilitadores y lo hemos aceptado con el compromiso y voluntad de contribuir a la paz social que se alcanza cuando somos capaces de ir superando las causas estructurales de la situación que vivimos, que es consecuencia de un arrastre”, indicó.

Monseñor Ulloa expresó que “iniciamos un proceso de confiar los unos en los otros, que entre todos podamos reconstruir la confianza y el tejido social, sabemos que no es fácil, que el pesimismo y la sospecha siempre se levantan como grandes muros.  Sin embargo, quienes tenemos fe y confiamos en la voluntad de los seres humanos sabemos que esto es posible”.

Le pido a Dios que nos haga comprender que el diálogo no es una discusión ni un debate de ideas, sino una búsqueda de la verdad entre todos. Mutuamente nos necesitamos y nos complementamos”, agregó.

El arzobispo de Panamá advirtió que cuando aparezcan las tensiones, “nos dé el Señor la humildad para no querer imponer nuestra verdad atacando la verdad del hermano. Que podamos saber callar en el momento oportuno”.

Acompañaron al presidente Cortizo Cohen, el vicepresidente y ministro de la Presidencia, José Gabriel Carrizo Jaén; los facilitadores del diálogo: el arzobispo de Panamá, José Domingo Ulloa Mendieta; la secretaria ejecutiva de la Pastoral Social Caritas, Maribel Jaén; el rector de la USMA; Francisco Blanco; y la directora de la Facultad de Derecho de la USMA y experta en mediación, Cherty Mendieta. También participaron ministros y viceministros de Estado; directores de entidades públicas y presidentes de gremios de sectores productivos del país.

ARQUIDIOCESIS DE PANAMA

El próximo lunes, 18 de julio, a las 3 de la tarde, se volverá a la Mesa General de Diálogo por Panamá, que inició conversaciones este jueves y dejó reflexiones para los presentes, en un lugar que determinará próximamente el Equipo Facilitador de la Iglesia Católica.

La situación de emergencia que empiezan a sufrir nuestras poblaciones, tanto del campo como de la ciudad, es apremiante. Están escaseando algunos productos alimenticios y combustible debido a los cierres de calles, avenidas, carreteras, que también afectan a pequeños productores agropecuarios. Exhortamos a nuestros hermanos para que, al menos intermitentemente, permitan la apertura de vías que faciliten el tránsito de pacientes que requieren servicios de salud, así como el traslado de comida, gasolina y diésel.

CIUDADANIA EMPIEZA A REPUDIAR CIERRES DE CALLES

Por otro lado, el cierre de las vías ha empezado a afectar a los ciudadanos, quienes ya empiezan a sentir los efectos ante la falta de alimentos, que pone en peligro la seguridad alimenticia en sus respectivos hogares.

En este sentido, varias organizaciones han hecho un llamado enérgico a los manifestantes para que en cumplimiento con la Ley, el cierre de las calles sea parcial, sin afectar a terceros. Casos como los ya registrados a nivel nacional, donde empieza a escasear el combustible, alimentos y otros, han sido denunciados a través de los medios de comunicación y se espera que las autoridades hagan lo correspondiente para garantizar el libre tránsito.

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