La embajadora de Panamá en Colombia, Liliana Fernández Puentes, saludó la elección de Gustavo Petro como nuevo presidente y destacó que el mandatario electo ha enviado señales positivas en diferentes temas que interesan a los dos países.
“La expectativa es total, pero creo que es muy positiva y creemos que las señales que ha dado el presidente electo son muy positivas y van encaminadas a la conciliación, al diálogo y hay mucha esperanza”, dijo la representante diplomática en declaraciones entregadas al canal regional Telecafé.
Fernández Puentes observó que la decisión adoptada por la mayoría de los colombianos de entregar por primera vez el cargo de la Presidencia a un líder de izquierda puede traer cambios importantes y buenos para la sociedad colombiana.
La embajadora recordó que el presidente de Panamá, Laurentino Cortizo, fue uno de los primeros en saludar la victoria de Gustavo Petro en las urnas. “Apenas se conocieron los resultados, escribió un mensaje en Twitter. Para nosotros es muy importante lo que pasa en Colombia. El presidente de nuestra nación ya habló con el presidente electo y lo felicitó”.
Sobre los temas en común que tienen los dos países, y en los que tendrán que trabajar Cortizo y Petro, están el migratorio, la seguridad fronteriza y el intercambio comercial. Sobre este último punto, Fernández Puentes aseguró que confía en que Colombia se mantenga como el tercer país inversionista en Panamá. “La relación económica que se tiene es buena y grande. El inversionista colombiano está muy contento y lo mismo los panameños”.
Parte de este buen intercambio comercial se basa en las conexiones aéreas directas que hoy se tienen entre Ciudad de Panamá y Armenia, Pereira, Manizales, Bucaramanga, Cúcuta, Bogotá, Cali y Medellín, y las que está por establecerse con Santa Marta.
En el tema migratorio, la prioridad sigue siendo los migrantes que llegan al país a través del Tapón del Darien. La representante diplomática dijo que el ingreso de 20 mil migrantes a su país es complejo, pues Panamá es un país que tiene infraestructura para albergar a su población que es de 4 millones de habitantes.
Y aunque existen campamentos humanitarios para brindar asistencia, la idea es que las dos administraciones sigan trabajando en este frente, dijo.
“Estamos trabajando en unas mesas con otras naciones para tratar estos problemas. Lo que no se puede hacer es cerrar la puerta y abrir la otra, o hacer cosas mediáticas. Lo que vamos a hacer debe ser mucho más integral”, puntualizó.
Por El Tiempo