La absurda decisión de la la Autoridad Nacional de Transparencia y Acceso a la Información (ANTAI), de sancionar al diario digital LA VERDAD PANAMA, propiedad del reconocido y veterano periodista Edmundo Dante Dolphy, con una multa de $1,000.00 por publicar un caso de violencia doméstica emocional, es lo más incongruente y traído de los cabellos, que dicha entidad pudiese haber ejecutado.
La génesis de la sanción radica en una noticia publicada por LA VERDAD PANAMA, donde no aparecen fotos de menores, no aparecen fotos, documentos, videos, audios, o cualquier otra prueba que pudiera lesionar o empañar “la imagen” de uno de los involucrados en la nota periodística y por demás, el certificado de matrimonio que comprueba la relación existente entre las partes involucradas, fue otorgada por la esposa, hoy víctima de las presiones del cónyuge, así como un documento judicial que sustenta la base de la noticia y que es usual sean utilizados no sólo para que los ciudadanos comprueben la existencia real de las denuncias, sino que por demás protege al medio de comunicación.
¿Pero a dónde queremos llegar? Esto hay que mirarlo con lupa, y tener mucho pero mucho cuidado, sobre todo porque nos estamos acercando a un período pre electoral donde seguramente muchos de los que hoy gozan de las mieles del poder, utilizan sus cargos para beneficiarse, otorgar concesiones, comprometer a la Nación con sobreprecios, inventarse proyectos innecesarios para enriquecerse, utilizar subterfugios para aumentarse los salarios y cuanta cosa se le ocurra a usted mi querido lector.
Los medios de comunicación serios estamos llamados a denunciar todo caso donde se esté cometiendo abuso de poder, irregularidades, acciones que afecten a la ciudadanía, proteger a los que no tienen voz, transmitir hechos noticiosos mantenernos del lado de la verdad y por supuesto que también colaborar para que construyamos un mejor Panamá, haciendo las cosas bien.
Estamos llamados a ser los guardianes celosos del buen actuar de un gobierno, de poner el “dedo en la llaga” cuando las cosas no están bien hechas y con la transparencia y claridad que el ser comunicadores se nos exige.
Pero… acciones como la adoptada por ANTAI, debe ser un llamado de atención para que los medios de comunicación, tradicionales, digitales, televisivos y radiales, se preparen ante lo que parece ser una nueva forma de AMORDAZAR el derecho que tienen los ciudadanos de ser informados, y que seguramente acercándose hacia el 2024, podría recrudecer y generar una persecución manejada con hilos invisibles en beneficio de quienes pueden esconder hechos cuestionables y que ante la faz del país, pretenden ir en busca de una reelección, o aspirar algún cargo público que les permita una patente de corso para seguir en sus andanzas.
Al Sindicato de Periodistas, al Colegio de Periodistas, a la Sociedad Interamericana de Prensa, al Consejo Nacional de Periodismo, a la Defensoría del Pueblo, a todos los periódicos y a todos los organismos que de una u otra forma empuñan la cacareada bandera en defensa de la libertad de expresión, deben analizar con ojo clínico este caso, antes que para luego sea muy tarde, y resulte que EL LOBO YA LLEGÓ.