Un manejo responsable del nivel de endeudamiento para una economía como la de Panamá, ejecuta el Estado y Panamá, a pesar de la crisis generada por el Covid19, mantiene el grado de inversión de parte de las principales agencias calificadoras de riesgo, expresó el director de Presupuesto de la Nación del Ministerio de Economía y Finanzas, Carlos González.
Gonzalez, indicó que “estamos viendo un ritmo de desaceleración en el monto de la deuda, siendo menos dependientes de la deuda en el presupuesto y tendremos un Producto Interno Bruto mayor, con una economía más dinamizada y con mayores ingresos para el Estado”.
Agregó que la pandemia forzó al gobierno a tomar un nivel de endeudamiento históricamente alto, pero se tenía la convicción y la conciencia de que no se podía seguir con esos niveles de endeudamiento.
Es más cuando se salió a los mercados hubo que proponerle a los inversionistas y a la banca internacional un plan que garantizara que Panamá iba a regresar a la consolidación fiscal. Es decir, a niveles donde el servicio de la deuda no tuviera riesgo de que se incumpliera, de ahí que para el año 2023 el nivel de endeudamiento será menor al que se observó en los dos años anteriores.
El director de Presupuesto de la Nación, señaló que la misión del Estado es apalancar el esfuerzo del sector privado que es el que realmente mueve la economía, y en ese sentido, el rol principal del Estado no es crear empleos, sino promover actividades que generen empleos de calidad con políticas públicas.
Añadió que el presupuesto General del Estado se orienta fundamentalmente a los servicios que brinda a la sociedad y a crear condiciones que permitan a la inversión privada hacer un mejor uso del potencial de inversión que tiene el país.
Desde julio de 2019 cuando entró este gobierno, los presupuestos han sido reestructurados, se han ido poniendo algunas restricciones, y los presupuestos crecen porque hay año tras año un crecimiento en las necesidades, comentó González.
Concluyó que la deuda en términos absolutos puede crecer, lo que no puede crecer es a un ritmo que sea consistente con el tamaño de la economía del país. Al cierre del 2022 la deuda pudiera estar cerrando en US$41,500 millones o US$42,000 millones, y tiene una propuesta de un aumento neto de US$4,000 millones. Eso significa que la deuda se estaría financiando en el monto de lo que es el déficit neto y esa cifra está en US$2,109 millones, pero en 2021 fue de US$4,200 millones y en el 2020 estaba en US$5,300 millones.