Autoridades panameñas plantearon la importancia de establecer una ruta terrestre más segura para las personas que deciden adentrarse en este inhóspito lugar con la finalidad de velar por el resguardo de los niños, niñas y adolescentes que viajan con sus padres.
Los gobiernos de Colombia y Panamá acordaron reunirse para establecer una ruta “segura” para disminuir los riesgos de los migrantes que caminan diariamente por la selva del Darién con la finalidad de intentar llegar a Estados Unidos.
La Defensoría del Pueblo de Panamá informó que se han realizado reuniones con el Ministerio de Seguridad, el Servicio Nacional de Migración, Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) y el Ministerio de Salud para definir una estrategia institucional que garantice un tránsito seguro para las personas que cruzan diariamente la frontera entre ambos países.
Eduardo Leblanc, defensor del Pueblo, informó que representantes de Colombia y Panamá se reunirán en agosto para plantear la necesidad de disminuir los riesgos para estos viajeros y velar por la seguridad de los niños, niñas y adolescentes.
Leblanc también alertó que actualmente es difícil conocer una cifra aproximada de los migrantes desaparecidos tras ingresar a la selva.
En el año 2021, Panamá registró el paso de al menos 130.000 migrantes por la selva del Darién, la mayoría con destino hacia Estados Unidos. De esa cantidad, unos 29.000 eran menores de edad.
En cuanto al primer semestre del año 2022 las autoridades panameñas calculan que al menos 32.000 personas han cruzado la frontera y estiman que la cifra superó los 50.000 en junio.
La presencia de grupos armados en la selva
Las personas que toman este trayecto por la selva deben pasar entre 7 y 10 días soportando la sofocante humedad, además de atravesar ríos caudalosos, montañas inclinadas y terrenos empantanados producto del incremento de las lluvias en esta región en los últimos meses.
Un estudio de la Organización Internacional de Migraciones (OIM) alertó que 81% de los migrantes reportaron haber sufrido lesiones en su paso por la inhóspita selva. De esa cifra, 91 % presentó severas lesiones en los pies.
Igualmente, de acuerdo con los testimonios, se exponen a ser víctimas de grupos criminales que ejercen el control en la zona, lo que los expone al tráfico de personas, abusos sexuales, robos y extorsión.
La organización no gubernamental Médicos Sin Fronteras (MSF) informó que en lo que va del año 2022 han documentado 120 casos de violencia sexual contra migrantes que intentan cruzar este paso entre Colombia y Panamá.
“Muchos de ellos están expuestos a robos, muchas mujeres se exponen a casos de violencia, incluyendo niñas y adolescentes. También hemos recogido casos de hombres sometidos a violencia sexual”, denunció Luis Eguiluz, médico de la organización en entrevista para el canal VPI.
El paso por esa selva no es el único obstáculo al cual se enfrentan quienes se aventuran en esos parajes, ya que la frontera entre Costa Rica y Honduras es otro territorio complejo que deben superar los migrantes que deciden seguir la ruta hacia Estados Unidos.
Fuente: El Diario.