“En tiempos de engaño universal, decir la verdad se convierte en un acto revolucionario.”
George Orwell.
Durante décadas, la Caja de Seguro Social de Panamá ha sido el epicentro de discursos políticos sin acción, diagnósticos sin tratamiento y promesas sin voluntad. La crisis del subsistema solidario era una bomba de tiempo anunciada, marcada por la inercia, la cobardía política y el cálculo electoral de gobiernos anteriores que, por temor al costo político, prefirieron mirar hacia otro lado. Hoy, sin embargo, Panamá presencia un acto de verdadera valentía institucional.
Con menos de un año en el poder, el Excelentísimo Señor Presidente José Raúl Mulino, ha hecho lo que ningún otro se atrevió; enfrentar la verdad sin titubeos, sin demagogia y sin miedo al desgaste político. Eso es lo que define a un estadista, y no simplemente a un gobernante, actuar pensando en el bienestar generacional, no en la próxima elección.
A su lado, el Director General de la CSS, Dino Mon, ha demostrado que el profesionalismo y la acción técnica pueden caminar de la mano con la sensibilidad social. Su conducción diligente ha sido clave para que una reforma estructural, la de la Ley 462, no solo naciera, sino que naciera con esperanza.
Y aquí entra un componente tan sencillo como revolucionario: La Calculadora Digital de Pensiones y Jubilaciones. Esta herramienta, de apariencia modesta, es en realidad una espada luminosa en medio de la niebla. En un solo clic, corta el velo de las mentiras, ese que grupos con agendas ideológicas recalcitrantes han intentado imponer sobre la conciencia ciudadana para generar caos, división y miedo.
¿La pensión será del 30%? ¿Nos quieren dejar sin jubilación? ¿Si me quedo sin empleo se borra mi historial? Basta ingresar tus datos reales y la calculadora te responde con claridad y justicia. La matemática no miente. Y lo más importante, la Ley 462 no castiga, ni reduce, ni elimina derechos. Solo exige lo que todo sistema justo pide: contribución responsable para beneficio digno.
“Los pueblos que no tienen confianza en sus líderes están destinados a la parálisis. Pero cuando un pueblo ve a sus líderes caminar al frente, con valentía y verdad, entonces el futuro se ilumina.”
Nelson Mandela.
Según mi perspectiva de la verdad, hoy, Panamá está ante ese punto de inflexión. La reforma a la CSS no es un castigo, sino un acto de rescate nacional. Porque si se hubiese permitido su colapso, el efecto dominó sería devastador: caída del sistema de salud, de los servicios sociales, de la economía entera. El presidente Mulino lo entendió y actuó. No por cálculo, sino por CORAJE MORAL.
La calculadora digital, más allá de su utilidad técnica, es símbolo de esta nueva era. Porque con cada clic, con cada ciudadano que verifica su realidad previsional, TRIUNFA LA PEDAGOGÍA SOBRE LA MANIPULACIÓN. Triunfa el dato sobre el grito. Triunfa la verdad sobre la distorsión.
“La verdad os hará libres”, nos recuerda la Escritura. Y hoy podemos añadir: la verdad, cuando se digitaliza con transparencia, también construye democracia.
A quienes hoy agitan el miedo disfrazado de resistencia, como Defensor de Oficio de la Verdad les digo con serenidad pero con firmeza: la patria no es terreno fértil para la ignorancia impuesta. Tenemos un pueblo inteligente, que empieza a despertar y que, gracias a herramientas como la calculadora de la CSS, puede ahora ver con sus propios ojos lo que antes se ocultaba con estridencia.
A ustedes los trabajadores y amigos docentes les digo: su esfuerzo no será en vano. A los jubilados, que su derecho no está en juego. A los jóvenes, que un nuevo contrato social se está escribiendo con tinta de verdad.
Y al presidente José Raúl Mulino, gracias…, GRACIAS. Por demostrar que se puede gobernar sin miedo, que se puede liderar con dignidad, y que aún hay lugar para los estadistas en la historia panameña. Usted no ha reformado solo una ley; ha restaurado la confianza en el deber de Estado.
Amados y respetados lectores, Panamá está cambiando. Esta vez, no desde la protesta, sino desde la responsabilidad. Y eso, compatriotas, también es una revolución.