Por: Miguel Antonio Bernal
En medio de la cotidiana vorágine de escándalos de corrupción que caracterizó a la ineptocracia del gobierno Cortizo-Carrizo, apadrinado por el ex contralor,y mientras los coimeadores y coimeados locales de Odebrecht, se pasean impunes, la deuda pública creció descomedida y alegremente.
Al cierre del 2024 la deuda total de Panamá alcanzó la astronómica suma de 53 mil 736 millones, al tiempo que se estima que muy pronto superará con creces los 54 mil millones!
Recordemos que la deuda pública se divide en interna y externa. La deuda interna es la que el Estado debe cumplir con favor de acreedores dentro del país y, la deuda pública externa, es la que se debe pagar en el exterior. El enedeudamiento público ha sido una práctica, permanente e ininterrumpida, de los gobiernos que hemos tenido, desde 1968 a la fecha.
“La deuda pública es la obligación generada contra el Estado en razón de la adquisición por este de bienes o servicios a crédito o de los prestamos que ha recibido de los particulares, de gobiernos extranjeros,de proveedores, de la banca internacional y de entidades multilaterales de crédito para financiar sus actividades….los principales acreedores internacionales de crédito son: el Banco Mundial (BIRF), el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Interamericano de Desarrollo (DID), la Corporación Andina de Fomento(CAF), el Eximbank y otras.”
Panamá es, hoy por hoy, un país ultra endeudado. “El saldo de la deuda total al mes de diciembre representó el 61.6% del Producto Interno Bruto”
En junio de 2014 la deuda externa de Panamá era de B/17.668 millones.
La población panameña carga sobre sus espaldas un compromiso grave , como resultado de una irresponsabilidad política de sus gobernantes, los cuales son también los responsables de la inmensa deuda social que conocemos.
De no encontrar, con urgencia, mecanismos de control ciudadano a estas políticas de endeudamiento de la partidocracia y sus agentes, no escaparemos de la violencia social imparable.