Con la intención de luchar contra el blanqueo de capitales y la corrupción los gobiernos de Panamá y Estados Unidos rehabilitaron la sede de la Fuerza de Tarea Conjunta.
De acuerdo con el Ministerio de Seguridad, esta sede servirá como modelo en la región y permitirá agilizar las investigaciones regionales contra el lavado del dinero.
El presidente Laurentino Cortizo, por su lado, recordó que esta rehabilitación forma parte de las “acciones de nuestra lucha para combatir el crimen organizado, el terrorismo y el narcotráfico”.
Para realizar esta rehabilitación Estados Unidos y Panamá firmaron en agosto de 2020 un memorándum de entendimiento.
Esta fuerza está conformada por fiscales, agentes de los estamentos de seguridad y agentes de entes regulatorios panameños, quienes recibieron capacitaciones y asesorías por parte de agentes del Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés).
En un comunicado de la Embajada de Estados Unidos en Panamá de agosto de 2020 se detalló que el Gobierno estadounidense planeaba invertir más de 5 millones de dólares en los próximos cinco años para desmantelar redes de lavado de dinero, incluyendo aquellas no relacionadas al narcotráfico.
En 2021 se informó que el costo de la sede de la fuerza de tarea era de 767 mil 227 dólares. Ese dinero proviene del convenio Speed Joyeros, un modelo de cooperación bilateral entre Estados Unidos y Panamá.
Ese fondo es una muestra de los beneficios obtenidos por medio de la ley de extinción de dominio vigente en Estados Unidos.
En reconocimiento a la asistencia de Panamá a Estados Unidos en el enjuiciamiento de Speed Joyeros, S. A. el Departamento de Justicia acordó en 2013 transferir el 70% (36 millones de dólares) de los activos decomisados al Gobierno panameño como fondos compartidos para fortalecer la lucha contra el blanqueo de capitales y el decomiso de activos.