Por: Miguel Antonio Bernal Villaláz
Lejos estaba José Ingenieros de pensar, que la mediocridad de la condición humana analizada en su centenaria obra, EL HOMBRE MEDIOCRE, sería “emulada” por la bajocridad.
Cabe entonces, ante el delirio cotidiano que viven los factores reales de poder, actualizar algunas reflexiones y así, conocer mejor el actuar de la bajocridad que ha logrado monopolizar el escenario político, social, educativo y económico de nuestro país, con el propósito de amordazar la dignidad.
* La bajocridad ha optado por terminar de romper, a cualquier precio, el equilibrio social a su favor.
* Los acomodaticios (Ministros, diputados, magistrados, etc), fomentaron durante cinco años,con un delirio creciente, el debilitamiento de los ideales, rechazan cualquier afán de perfección y despojan la dignidad de sus espacios.
*Emulando a los mediocres, los bajocres ignoran el justo medio, nunca hacen un juicio sobre sí, desconocen la autocrítica y permanecen en su cómodo refugio.
*El bajocre rehuye el debate con el que piensa distinto, vive inseguro y de las excusas, que siempre se apoyan en la descalificación del otro.
*Carece de coraje para expresar y debatir públicamente sus escasas ideas, propósitos y proyectos. Se comunica mediante el telepronter, el monólogo y el aplauso.
*Este comportamiento lo encierra en la convicción de que él posee la verdad, la luz, y quien lo adverse, el error, la oscuridad.
* El bajocre no puede liberarse de sus resentimientos acumulados y por ello, siempre desnaturaliza a la Justicia.
* Confunde las formas con formalidades, por lo cual desconoce la cortesía, que es una forma de respeto por los demás.
*La impunidad lo motiva y tranquiliza. Los bajocres, como los mediocres; son perennes. Lo que varía es su prestigio y su influencia.
* Acomodan los valores a las circunstancias y por ello, hay más presencias personales que proyectos.
*La declinación de la “educación” y su confusión con “enseñanza” permiten una sociedad sin ideales y sin cultura, lo que facilita la existencia de políticos ignorantes, rapaces y bajocres.