Por: Miguel Antonio Bernal Villalaz
22 junio 2024
Excelentísimo Ciudadano Presidente Electo de la República de Panamá, Ciudadano presidente de la Sociedad Bolivariana de Panamá y miembros de la misma, Ciudadanos ministros designados y miembros del cuerpo diplomático Distinguidos invitados especiales, Conciudadanas y Conciudadanos:
La Sociedad Bolivariana de Panamá, cuyos orígenes se remontan al año 1926, cuando se reunió entonces, en Panamá, el Congreso Panamericano conmemorativo del de Bolívar de 1826, nos ha convocado hoy aquí en esta augusta plaza y bajo la distinguida presidencia del compatriota Dr.Carlos Guevara Mann, con motivo del 198 aniversario de la instalación del Congreso Anfictiónico-
lEl significado del Congreso Anfictiónico para Panamá, América y el mundo, de alcanzar para nosotros los panameños, ciudadanos de la cuna del panamericanismo una especial relevancia, a tan solo dos años de la conmemoración del bicentenario de un evento que marcó nuestro continente por su contenido y alcance, en aquel siglo XIX bajo el brillo de las luces del republicano pensamiento del Libertador
Dicho conclave entonces, fue la primera reunión de Estados americanos y la primera sino una gran responsabilidad, pues nos toca mantener vivo el ideal republicano y de respeto a la soberanía popular que el Congreso Anfictiónico promovió.
Tengamos presente que el Congreso de Panamá de 1826, ha sido reconocido como antecedente de la Organización de los Estados Americanos y la Organización de las Naciones Unidas.
En 1975, la 175 Asamblea General de la Organización de Estados Americanos, con motivo del sesquicentenario del Congreso Anfictiónico de Panamá, destacó que el Tratado de Unión, Liga y Confederación Perpetua, firmado en esta sala en 1826, “fue precursor de la solidaridad interamericana y sus principios constituyen los fundamentos del sistema interamericano”.
El gobierno entrante, que será presidido por nuestro Presidente Electo, José Raúl Mulino Quintero, tiene el alto cometido de conmemorar el Bicentenario del Congreso con acciones sustantivas que redunden en beneficio de los pueblos de América, como lo aspiraba el Libertador.
Panamá debe estar y estará sin duda, a la altura de su compromiso histórico de promover los ideales que motivaron la convocatoria del Congreso Anfictiónico y que eventualmente condujeron a la realización de todas las iniciativas y mecanismos de integración de la región.
Simón Bolívar, el Libertador, “grande en el pensamiento, grande en la acción, grande en la gloria”, nos enseña José Enrique Rodó, y que -al decir de Miguel de Unamuno “sin el, la humanidad habría estado incompleta”, quiso y amó una América en unidad, no fue conquistador, ni dominador, ni opresor. Fue Libertador. No avasalló pueblos, formó repúblicas.
Bolívar, ya en 1821, en su lucha contra las prácticas malsanas y en pro de la probidad, nos dejó una lección con respecto a la ética que debe prevalecer en la vida pública y que nos resulta de plena actualidad para nosotros:
“…He sabido de algunas quejas contra algunos servidores públicos- Para el gobierno nada será más útil y más satisfactorio que corregir los abusos de la administración, porque nada desea tanto el gobierno como el verse apoyado por los legisladores para rectificar la marcha de los negocios. Que acusen a cuantos cometan faltas y todos se corregirán: yo el primero.”
Su herencia de principios republicanos, no solo deberá acompañarnos durante los 24 meses venideros de preparativos de conmemoración del Bicentenario del Congreso Anfictiónico de 1826. Debemos fijarla como norte y hacer del mismo un evento trascendental de nuestra política exterior para contribuir a mantener la paz en el mundo y caminar unidos para aportar, desde este Istmo, el desarrollo de los pueblos.
Unamos pues nuestros esfuerzos y compromisos para, con la Sociedad Bolivariana y el nuevo Gobierno, el efluvio de Bolívar en Panamá se cumpla,