Por: Miguel Antonio Bernal V.

Hoy, 9 de agosto, se conmemora en nuestro Panamá, el 206 natalicio de Don Justo Arosemena Quesada, Padre de nuestra Nacionalidad, consagrado jurista y, ante todo un gran panameño.

Es por ello que considero propicio, al saludar a los Abogados en su día, reproducir la oración “Padre Nuestro Don Justo” del insigne educador y primer rector de la Universidad de Panamá, Octavio Méndez Pereira

“Padre Nuestro, Don Justo, que estás en el cielo del ejemplo sin mancha: ¡Bien mentado sea tu nombre!… No para el disimulo de la intención culpable, ni para la rutina del recuerdo sin emulación, sino como santo y seña recóndito de un Panamá Mejor.

Venga a nos, al fin, la República, “una sagaz y cordial” porque tú padeciste. Hágase tu voluntad de justicia y decoro, de amor y de deber, con que echaste a nacer en América otra Patria sin amo.

El pan de los panameños, la tierra usurpada, la seguridad que perdimos, enséñanos a rescatarla, porque tú dijiste que no podía ser libre ni justo un pueblo que no fuese dueño de su propio bien. Danos el sentido de la tierra y del horizonte, tú que fuiste maestro de ala y raíz.

Perdónanos, ¡Oh, Padre Don Justo!, nuestras deudas viejas de abnegación y de celo público, la sumisa laxitud con que tanto tiempo contemplamos tu ideal deshecho; el no haber sabido ser siempre, a tu imagen y semejanza, tenaces en la fé y en el anhelo, seguros de que el triunfo se da siempre al esfuerzo entero.

Perdónanos nuestras iras, así como nosotros perdonamos a los que encienden las suyas contra nosotros; pero vela porque todas las pasiones fecunden en un Panamá más noble.

No nos dejes caer, Padre Don Justo, en la tentación de la comodidad mercenaria o de la paciencia indigna. Líbranos del mal de vivir sin espíritu y sin ansia de Nación, sin empeño de mayor justicia para todos, atentos sólo al individual provecho.

Haznos unos, cordiales y sagaces, porque la Patria que tú concebiste así sea”.

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