Uno de los principales puntos en la agenda de Martín Torrijos, candidato presidencial por el Partido Popular, ha sido la de reiteradamente sostener que el salvar a la Caja de Seguro Social, es uno de sus principales objetivos, que habiéndolo hecho anteriormente, puede volverlo a hacer. Sin embargo, para el economista y ex director de esa entidad (CSS), lo dicho por el también ex presidente Martín Torrijos, está “alejado” a la realidad de lo que realmente sucedió.

Panamáhoy.com.pa conversó vía telefónica con el economista Juan Jované, quien advirtió que contrario a lo que el ex mandatario sostiene, “solo basta leerse la la Ley 51 de 27 de diciembre de 2005, que reformó el sistema de pensiones y se darán cuenta, que lo dicho por Torrijos, son palabras al calor de una campaña política“.

Empecemos por la Ley 51, manifestó nuestro entrevistado; “No es lo suficientemente robusta como para evitar la evasión de las cuotas de la seguridad social por los empleadores. Esta si bien en su artículo 230 declara delito penal la retención de cuotas que no se remiten a la CSS, pero el artículo 231 prácticamente perdona este delito si el empresario realiza un arreglo de pago con la institución“.

Agregó que la mencionada Ley también separó en dos los modelos de pensiones de la CSS, y partir del 2008 ningún nuevo cotizante podía ser inscrito en el subsistema solidario, a la vez que separaba los fondos de este subsistema del nuevo sistema mixto, que introdujo las cuentas individuales. “Esto llevó a que se rompiera la cadena de solidaridad que caracteriza al modelo solidario, lo que llevó, a su vez, a que el sistema quedara sin financiamiento“.

Lo anterior reflejó en un enorme costo de transición, que de acuerdo a cálculos de la época alcazaba al 145% del PIB,  cerca de B/. 25,871.9 millones a precios actuales. Nada en la Ley sancionada por Torrijos Espino aseguraba el financiamiento de  dicho costo”.

Juan Jované

Agregó que lo dicho por Torrijos en su momento, fue falso ya que el modelo no estaba al borde de la quiebra. En primer lugar, dado que la relación cotizantes activos – pensionados en el 2007 fue de 5.6. Si esta se encuentra reducida a cerca de 1.5, se debe al hecho que la Ley 51 evitó que los nuevos cotizantes, sobre todos los del boom económico, se inscribieran en el sistema solidario. En segundo lugar, debido a que se utilizó en las proyecciones una tasa errada del PIB. Esto se aprecia en el documento de la OIT titulado Valuación Actuarial y Financiera de la Caja de Seguros Social (2003), que tuvo gran influencia en el diseño de la Ley 51,  que suponía una tasa de crecimiento del PIB de apenas el 3.5% anual, cifra que no solo contrasta con las tasas observadas durante el boom económico, sino también con la tasa de crecimiento de largo plazo de la economía panameña (cerca del 5.0% anual).

Les mintió a los jóvenes nada de pensiones dignas para ellos

El destacado economista también hizo alusión al documento del Fondo Monetario Internacional del 25 de noviembre de 2015, titulado “Panamá: Pension Reform Options to Improve Sustanability and Equity”, donde dijo quedó claro, que quienes se pensionaran en el sistema mixto a partir de 2050 y el 2060 obtendrían pensiones de solo un poco más del 20.0% de los salarios previos a la pensión. “Se trata de una bajísima tasa de remplazo, que significa pensiones de miseria“. Traducido en buen panameño, fue falsa la promesa que se le hizo a los jóvenes que el subsistema mixto, con su componente de cuentas individuales, les estaría abriendo un camino seguro hacia pensiones dignas.

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