El PIB del país se contrajo un 0,2% en el segundo trimestre del año y encadena así seis meses de caídas.
La economía de Estados Unidos se contrajo un 0,2% en el segundo trimestre del año y encadena así dos trimestres de caída del Producto Interior Bruto (PIB), como consecuencia de los efectos de la guerra de Ucrania, según ha confirmado el dato publicado por la Oficina de Estadísticas Laborales (BEA). De esta manera, la primera economía del mundo se estaría asomando a una recesión técnica, un fenómeno que se produce cuando un país encadena seis meses seguidos con un PIB negativo.
Esto se ha producido en un contexto con una importante ralentización del gasto en consumo y el gasto de las empresas, lo que ha puesto en alerta al mercado financiero. “La economía es muy vulnerable a caer en recesión“, ha indicado Sal Guatieri, economista senior de BMO Capital Markets de Toronto.
El dato del segundo trimestre de 2022 se produce después de que en el primer trimestre la economía se contrajera el 0,4%.
Inflación, problemas en la cadena de suministros y menos inversión privada
Así, el informe de la BEA calcula un ritmo anual de caída del 0,9%, e indica que los factores de este retroceso son la alta inflación, (que en el segundo trimestre aumentó el 8,2%) y la interrupción de la cadena global de suministros fuertemente afectada por la pandemia y la guerra de Ucrania. También ha señalado las subidas de tipos de interés, mientras que como contrapartida ha subrayado las bajas tasas de desempleo.
También se registraron disminuciones en la inversión privada, en el inmobiliario (residencial y no residencial), y en el gasto de los gobiernos federal, estatal y local, que fueron compensadas en parte por aumentos en las exportaciones y el gasto del consumidor. Las importaciones, sin embargo, aumentaron.
El dato del PIB se ha conocido un día después de que la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos subiera en 0,75 puntos el tipo de interés oficial por segundo mes consecutivo y no descartara otro aumento “inusualmente alto” en septiembre, si la inflación continúa subiendo.
En la rueda de prensa que ofreció el pasado miércoles tras anunciar la nueva subida de tipos, el presidente de la Fed, Jerome Powell, quitó importancia al temor de que la vuelta a una política fiscal más agresiva acabe generando una recesión en la mayor economía del mundo. “No creo que sea probable que la economía estadounidense esté en recesión ahora mismo“, indicó Powell.
El pasado martes, el Fondo Monetario Internacional (FMI) publicó sus previsiones y calculó que la economía estadounidense crecerá un 2,3% este año y el 1% el próximo, unas estimaciones que reducen en 1,4 y 1,3 puntos, respectivamente, las de abril. La institución aseguró que, aunque no prevé que la economía estadounidense entre en recesión este año y en 2023, un “pequeño shock podría ser suficiente” para llevarla a ese escenario.
Biden atribuye el freno económico a las acciones de la Fed
Nada más conocerse los datos, el presidente Biden ha enviado un comunicado en el que asegura que la economía del país está “en el camino adecuado“. No obstante, ha explicado que el frenazo económico se ha motivado por las acciones de la Reserva Federal para combatir la inflación.
“Después del crecimiento económico histórico del año pasado, y tras haber recuperado los empleos del sector privado perdidos durante la pandemia, no es una sorpresa que la economía se esté desacelerando a medida que la Reserva Federal actúa para reducir la inflación“, ha indicado el mandatario en un comunicado. Sin embargo, Biden ha asegurado que “la economía de EE.UU. está en el camino correcto“ y se ha mostrado confiado en que el país saldrá “más fuerte y más seguro” de la transición para dejar atrás la pandemia.
En junio, la tasa de inflación de la mayor economía del mundo se situaba en el 9,1 %, algo no visto desde 1981. En respuesta, la Fed ha subido los tipos de interés cuatro veces desde marzo, la última vez ayer en 0,75 puntos, hasta dejarlos en la horquilla de entre el 2,25 y el 2,5%.
A pesar de los datos de los dos últimos trimestres, la Casa Blanca evita hablar de “recesión” y lleva días insistiendo en que hay otros factores como la fortaleza del mercado de trabajo o el gasto de los consumidores, ambos en buen estado, que deberían tenerse en cuenta para valorar el estado de la economía.
En esta línea, Biden ha argumentado que el mercado de trabajo se mantiene “históricamente fuerte” con un desempleo del 3,6% (una situación prácticamente de pleno empleo) y un millón de puestos de trabajo creados solo en el segundo trimestre. Además, ha indicado que el gasto de los consumidores sigue creciendo en la línea de reactivación económica. “Mi plan económico está centrado en bajar la inflación sin renunciar a las ganancias económicas que hemos conseguido“, ha señalado.
Por RTVE.es