Conocí a Carlos Alberto Peart en el año 2008, cuando ambos coincidíamos en la misma Iglesia, sin embargo no fue allí donde más lo traté y se forjó una amistad que con el paso de los años se transformaría en una hermandad a prueba de todo, inclusive de la política.

Para el año 2014 nos reencontramos en las oficinas del partido Cambio Democrático, Carlos Alberto Peart, mejor conocido como Carlitos, siempre andaba sonriente. Y no era que no se tomara la vida en serio, no, era que siemplemente él era así. Alegre, jovial, siempre dispuesto a defender las causas que consideraba justas, trabajador. Se sumó a nuestro equipo de campaña, y su pluma, porque eso si: Carlitos tenía una facilidad increíble para escribir, plasmar las ideas y transmitirlas de forma amena y comprensible, lo que lo llevó posteriormente, en el año 2019, a formar parte de nuestro diario digital PANAMAHOY.COM.PA, no solo como director asociado, sino como columnista.

Carlitos había nacido en el seno de una familia trabajadora, y desde pequeño sus padres inculcaron en él, valores y principios que le acompañarían por el resto de su vida. Ya hacia el año 2014 y en medio del torbellino que significaba haber perdido unas elecciones , formar parte de un partido opositor y además perseguido, Carlitos empuñaba al igual que otros copartidarios, la bandera en las calles, defendiendo a los amigos que por desgracia habían caído presos, perseguidos por el gobierno de turno.

Protestábamos PACIFICAMENTE en las calles, donde el grupo KUDOS TO CD, creado por él, participaba en los medios de comunicación en defensa de nuestros detenidos, les llevaba voz de aliento en las cárceles y todo aquello que significara ayudar a sus amigos en desgracia.

Tras la derrota sufrida en las urnas en año 2019, Carlitos buscó la forma de ganarse la vida. Conjuntamente con dos amigos casi hermanos, se dedicaban a buscar proyectos, porque por si no lo he dicho antes, Carlitos era Ingeniero Civil y además había iniciado estudios para convertirse en abogado. Carlitos era muchas cosas… pero sobre todo un excelente ser humano.

Ah se me olvidaba que él también buscó su propio emprendimiento, y era el dueño de una receta para preparar las empanadas más deliciosas que yo hubiese probado. La Chola Cotriñua era el nombre de este extrita como él decía.

Ya por esos tiempos se hizo asiduo a nuestra casa, y era invitado oficial a todos los eventos familiares. Cumpleaños, fiestas de año nuevo, día de la madre, en fin cualquier evento que realizáramos ahi estaba él. Alegrando con sus cuentos la velada.

No vayan a creer que siempre fue así. Mi amigo Carlos Peart y yo también tuvimos nuestros encontrones, casi siempre por no ponernos de acuerdo en temas de contenido en el diario, pese a ello, la amistad se fortificó y como los 3 mosqueteros, era común vernos a él, a Maide y a mi persona, organizando salidas, reuniones, o algún festejo para compartir, además que era un amante de la música típica y trataba de no perderse ningún baile de Ulpiano. Uf! que si le gustaba el típico… su canción preferida era Gotitas de Amor, tanto que la tenía como “ringtone” en su celular.

La adoración de Carlitos eran sus hijos. Y era común que en nuestras charlas siempre saliera a relucir algún anécdota e inclusive fotos que mostraba muy orgulloso, haciendo planes, pensando en la educación de ellos.

Otra pasión de Carlitos eran los temas espirituales. La Fe, su interés por buscar de Dios. Recientemente se había vuelto a a bautizar dentro de la congregación evangélica. Tenía en mente realizar un retiro con jóvenes varones en riesgo como parte de su misión en esta vida, buscando sacar y salvar esos corazones, para que fueran transformados por el amor de Dios. Sin duda hoy mi amigo Carlitos puede ver el rostro de Hashem.

Esta semana, para ser más exacta el día 20, a tempranas horas de la mañana recibo una llamada de un copartidario, quien me dio la nefasta noticia. Habían encontrado a un ciudadano que había sido asaltado y dejado abandonado mal herido en horas de la madrugada del 18 de julio. Las características presumían que podía tratarse de nuestro amigo. Procedí a llamarlo a su celular, pero evidentemente nadie contestaba, lo que me produjo un escalofrío que recorrió mi cuerpo. “Carlitos siempre contesta su cel, siempre“.

Minutos más tarde, Lily me confirma entre llanto, que todo apuntaba a esa realidad, la cual fue avalada con la identificación del cuerpo por parte de un familiar. No podía creerlo. Carlitos, se había marchado! Asesinos le habían quitado la vida por robarle! No, no y no! me decía, Pero cómo si el es alto, de contextura fuerte, y llegó con signos vitales al hospital, que pasó? Simplemente no pudo resistir.

Todavía hoy se que como a muchos que lo conocieron y trataron, nos cuesta aceptar esto, pero solo Dios sabe porque y como pasó todo, Un hombre bueno, de familia, trabajador, lleno de proyectos, profesional, excelente amigo, había perdido la vida,

Ahora, solo nos queda recordarlo. Dar gracias a Dios, por haber tenido la gran fortuna de contar con un amigo así, ¿porque saben? Saben cuantas personas pasan por la vida sin siquiera tener un verdadero amigo? y quienes lo conocimos y nos dispensó su amistad, de seguro que guardaremos en nuestros corazones y memoria, su sonrisa franca, su consejo atinado, su voz de ánimo , o su carcajada. Carlitos estaría cumpliendo este 18 de agosto. Carlitos había nacido un 18 y como esas cosas extrañas que nadie puede comprender, en esa misma fecha pero del mes de julio, perdió la vida. Un mes antes de su onomástico.

La vida a veces es tan injusta.. La maldad del ser humano acaba con hombres y mujeres buenos, pero aun asi, en lo personal me queda la firme certeza que Carlitos Peart, mi amigo, hoy está en el plano celestial, viendo el rostro de nuestro Señor, mientras en el suyo resplandece la paz.

Hasta siempre amigo. Hasta siempre Hermano, Hasta siempre Carlitos!

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