Por: Miguel Antonio Bernal V.
La Fiscalía de Cuentas ha pedido llamar a juicio, “por el cobro de salarios y remuneraciones a tiempo completo de una funcionaria en un Colegio de la ciudad de David y en la UNACHI”, indicando la vista fiscal que dos rectores tuvieron una “conducta permisiva” pues “consintieron su nombramiento”. Lo anterior se llama daño económico al Estado.
Pero resulta que la actual rectora de la UNACHI, que pretende reelegirse, es una de las llamadas a juicio y por lo que le han secuestrado poco más de 200 mil balboas.
Y es la misma rectora que, en compañía de sus “favorecidos”, no está en capacidad de rendir cuentas, como tampoco de explica ¿por qué el 10% del presupuesto de la UNACHI, que por ley debe ser invertido en investigación, desde el inicio de la actual administración, está siendo manejado por la vicerrectora administrativa, Rosa Moreno, mano derecha de la rectora?.
Tampoco se nos dice si, por Ley, el Consejo Administrativo de la UNACHI, debe administrar el presupuesto de la institución, en una sesión del Consejo Administrativo, se le dieron super poderes a la rectora y no necesita pedir autorización al Consejo Administrativo/ Eso se llama desviación de poder y, es un delito.
Basada en esos “superpoderes”, entregó a la 320 mil balboas, para que una empresa allegada a el gato Benicio, “mejorara la imagen de la UNACHI”.
Se ha denunciado hata la saciedad que, el nepotismo imperante en la UNACHI a todos los niveles, no tiene nombre. Siendo los más beneficiados muchos diputados, tanto de allá, como de ácá y de acullá.
Muchos se preguntan, ¿por qué el vicerrector de extensión tiene nombrada esposa y sus dos hijos? Por otro lado la Directora de Recursos Humanos firmó el contrato de hijo, hermana y primos, a pesar de que en Consejo General Universitario, se mandat a la rectora para que quitara del cargo a dicha Directora, pero ha hecho caso omiso de ello.
Se habla mucho en la UNACHI de casos de robo de dinero en Finanzas, material de construcción e insumos generales, actos delictivos en los cuales se encuentran envueltos familiares de altas autoridades.
Y ¿qué decir de los Tiempos Completos y Tiempos Medios, otorgados por la Rectora para lograr adeptos durante las elecciones de la Asociación de Profesores? Aunque muchos profesores han pedido que URGE una auditoría de la Contraloría de la República, (ya que la última fue en 1999, que se la realizaron a Virgilio Olmos, cuando fue rector), el Contralor Solís se niega a llevarla a cabo, aduciendo que “no tiene fondos para ello”.
No se pueden pasar por alto los nombramientos polítiqueros, durante la pandemia: contratación de una cantidad considerable de administrativos, sin existir la necesidad, ni funciones. Definitivamente que ha resultado aventajada “alumna” de las prácticas de la UdP. Lloremos por la UNACHI, ya que no hemos sabido hacerlo por la Universidad de Panamá.