Por: Alfonso Fraguela

Los jueves se han convertido la presentación de la agenda informativa del presidente José Raúl Mulino, refiriéndose a temas de interés nacional en una amplia interacción con los medios de comunicación.
El pasado jueves hizo referencia a dos temas que quisiéramos destacar, el primero de ello el derecho al trabajo de los jubilados, y el segundo el costo de los medicamentos.
El jefe de gobierno fue claro “que no puede y no lo hará” despedir a los jubilados porque no lo puede hacer, recordemos que actualmente el derecho al trabajo constituye un derecho humano, y así está contemplado en a Declaración Universal de los Derechos Humanos del 10 de diciembre de 1948, en su Resolución 217 III A, en su Artículo 23 que textualmente señala lo siguiente:
“Artículo 23:

  1. Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el desempleo.
  2. Toda persona tiene derecho, sin discriminación alguna, a igual salario por trabajo igual.
  3. Toda persona que trabaja tiene derecho a una remuneración equitativa y satisfactoria, que le asegure, así como a su familia, una existencia conforme a la dignidad humana y que será completada, en caso necesario, por cualesquiera otros medios de protección social.
  4. Toda persona tiene derecho a fundar sindicatos y a sindicarse para la defensa de sus intereses.”
    Es claro que la necesidad de seguir trabajando, en un país como el nuestro frente el alto costo de la vida se ha hecho imposible vivir con los fondos del retiro, obligando a nuestros adultos mayores a seguir activos en el sistema, para enfrentar las necesidades propias y no convertirse en una carga para su familia.
    El otro tema abordado por el mandatario fue el tema de los medicamentos haciendo referencia que cada individuo podrá ingresar al país las medicinas para su consumo personal, e hizo referencia al alto costo de los medicamentos en Panamá.
    Esta medida es una medida humanitaria, y cónsona con las necesidades del pueblo, aunque sabemos que no toda la población puede salir del país y viajar para ello.
    Sin embargo, es una medida que encuentra su fundamento igualmente en los derechos humanos en su Artículo 25 que dispone lo siguiente:
    “Artículo 25
  5. Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios; tiene asimismo derecho a los seguros en caso de desempleo, enfermedad, invalidez, viudez, vejez u otros casos de pérdida de sus medios de subsistencia por circunstancias independientes de su voluntad.
  6. La maternidad y la infancia tienen derecho a cuidados y asistencia especiales. Todos los niños, nacidos de matrimonio o fuera de matrimonio, tienen derecho a igual protección social.”
    En pocas palabras, las acciones del presidente están amparadas en los derechos humanos, y la posibilidad de mantener el equilibrio social que espera la ciudadanía.
    Esto no significa que el tema está solucionado, porque es evidente que no lo está. Requerimos de mucho para que los jubilados puedan disfrutar del retiro merecido sin tener que buscar fuentes de ingresos alternas para aliviar su situación económica.
    Como también se requiere que el costo de los medicamentos sea accesible a la población y no que los coloque en la disyuntiva de si compra los medicamentos para su salud, o compra alimentos para vivir.
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