Por: Harmodio Arrocha Jr.

Habría que estar en la luna o totalmente desquiciado para no darle todo el reconocimiento que se merece la atleta panameña Atheyna Bylon, tras una actuación sobresaliente, espectacular, como la lograda por la boxeadora, que a sus 35 años puso su nombre en la historia de los Juegos Olímpicos al conseguir la medalla de plata en la final de los 75 kilos.

A pesar de los tropiezos que históricamente ha tenido el deporte panameño para obtener buenos resultados en eventos internacionales, la gran hazaña alcanzada por esta atleta de orígen humilde que alterna esta actividad con su trabajo de policía, es una demostración de cómo atletas con muy poco apoyo en su preparación, sobresalen a nivel mundial.

Lo de Bylon es una pequeña muestra de a qué nivel estarían encumbrado nuestros sufridos atletas si se les otorga las facilidades y aportes que reciben los atletas en otros países.

Pero parece ser que por mucho que brinque y salte, todavía en Panamá no se ha podido convencer a los que tienen la responsabilidad de velar por el desarrollo del deporte que la inversión que se hace a este nivel es una de las más importantes para una nación.

Sin embargo, el acercamiento que tuvo el mandatario José Raúl Mulino con la boxeadora mientras tiraba trompadas en el ring, deja el camino abierto a una esperanza en el futuro que le depara al sufrido deportista panameño.

Ojalá así sea. Ya que hasta ahora, lamentablemente, el sector deporte no está como mínima prioridad en la mente de quienes nos gobiernan.

Señores lo que hizo esta aguerrida boxeadora en París 2024 es todo una hazaña digna y merecedora de muchos reconocimientos más allá de la recompensa económica.

Es la primera mujer panameña en ganar una medalla olímpica, tras las dos logradas en 1948 por Lloyd LaBeach y el oro de Irving Saladino en 2008.

Y Bylon, una espigada y valiente boxeadora de 1.79 metros, mejor no pudo traducir el sacrificio que tiene que pasar un atleta istmeño para subir a un podio a nivel mundial. 

Todo lo he logrado a pesar de la escasez de apoyo que reciben los deportistas panameños, que conlleva «sacrificios», como usar sus propios fondos para costearse parte de su entrenamiento” .

«Muchas veces me ha tocado sacar de mi dinero. La gente no sabe lo que uno vive como atleta, porque todo sale tarde. Cuando ya he regresado de mis compromisos, después de dos, tres meses, es que va saliendo el apoyo», señaló en su momento Bylon.

El mensaje del mandatario Mulino también fue claro y directo para la persona que tiene la responsabilidad de dirigir el deporte nacional.

Es importante que los deportistas panameños sientan que son respaldados por todas las instituciones.

En conclusión, no podemos exigirle más a nuestros sufridos atletas.

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