Por: Alfonso Fraguela.

En otros artículos le he dedicado unas líneas al edadismo, situación que parece seguir ocupando los sitiales de la clase política que marca un distanciamiento con la realidad de los electores.

Los adultos mayores, siguen laborando porque en muchas de las ocasiones lo que reciben no satisface las necesidades actuales de ellos, que, aunque están jubilados deben continuar laborando porque sus pensiones congelamiento que no sufrió las medicinas, la comida, las necesidades que surgen cuando alguien envejece.

Hay quienes pretenden sacar del sistema a quienes laboran pese a que están jubilados, pero eso representaría la violación a un derecho humano, como es el derecho al trabajo de esas personas.
Creo que lo humano y noble sería crear condiciones que motiven un retiro voluntario, y que con ese dinero que pudieran recibir, inicien otra aventura como un negocio.

Pero quienes proponen las leyes creen que nunca se avejentaran o simplemente no tienen no piensan en ello, porque muchos ya piensan en buscar la reelección, aunque tengan 30 días en la vida política y pública.
Veo con profunda tristeza que a nuestros adultos mayores los traten como un objeto de descarte o que vean la llegada a la edad de jubilación como una sentencia de muerte.

Muchos de ellos, aún siguen ayudando a sus hijos, pero pocos son ayudados por sus hijos, convirtiéndolos en ciudadanos invisibles que solamente son considerados en los torneos electorales, pero no se escucha un plan de revisión real de sus jubilaciones como una propuesta congruente con lo que se vive actualmente.

Si a todo esto le sumamos la indiferencia social de la población, que solamente se pronuncian cuando son ellos los perjudicados, y no pensamos que esos señores mayores fueron jóvenes también y tienen necesidades.

Dan como resultado una sociedad insensible, que ven como estorbo a quienes gritan en las calles al unísono estamos no se olviden de nosotros.

Los Diputados de la Asamblea, piensen en esas personas mayores que también votaron por ustedes bajo la promesa que serían instrumentos de cambio para tiempos mejores.

La Política terminó, ya no son los candidatos de una agrupación sino los diputados de la República y sus actuaciones deben girar en torno al beneficio colectivo de nuestra sociedad y sus integrantes, recuerden eso, recuerden que ese es el mensaje.

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