Por: Alfonso Fraguela

La necesidad de replantear y dinamizar el Estado panameño fue una propuesta de campaña del hoy presidente José Raúl Mulino, quien en sus intervenciones luego de su asunción al poder reitero la necesidad de una nueva Carta Magna y el requerimiento impostergable de hacer cambios profundos al Estado panameño.
El primer paso en tal vía fue designando a una figura emblemática de la lucha social y más fuerte critico al sistema vigente moldeado por el sector militar hace más de 50 años, me refiero al Dr. Miguel Antonio Bernal como Asesor Presidencial para Asuntos Constitucionales.
La hoja de vida del letrado es incuestionable, y su lucha ha sido permanente década tras década. Por lo cual su designación fue bien vista por la sociedad panameña calificándola de acertada.
En ese sentido, y siguiendo la hoja de ruta programada por el jefe de gobierno, se creó la Secretaría Presidencial para la Reorganización del Estado y Asuntos Constitucionales, por medio del Decreto Ejecutivo N° 488 de miércoles 28 de agosto de 2024, publicado en la Gaceta Oficial N° 30107 de jueves 29 de agosto de 2024.
Entre sus funciones la Secretaría podemos mencionar:

  1. Será una instancia Asesora al Presidente en el proceso de restructuración y el proceso constituyente.
  2. Servir de enlace con los sectores públicos, privados y de sociedad civil para el proceso amplio de consulta.
  3. Coordinar la difusión para toda la población de las acciones de reorganización y el proceso constituyente.
    La Secretaría Presidencial estará a cargo de un Coordinador Ejecutivo que será de libre nombramiento y remoción por parte del Presidente de la República, según lo dispone el Artículo 6 del Decreto Ejecutivo.
    Consideramos que este documento, representa uno de los primeros pasos hacia el objetivo planteado por el Ejecutivo.
    Sabemos que será un camino difícil porque los cambios en muchas ocasiones son traumáticos y más cuando hay sectores que están en una zona de confort por años, y piensen que estas reorganizaciones atenten contra ellos.
    Pero lo cierto es que no podemos seguir con el modelo que tenemos, pues representa un verdadero retraso sin esperanza de mejoría a corto plazo.
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