Por: Alfonso Fraguela

Cuando pensamos que el país navegaría por un mar tranquilo, mientras se realizan las elecciones generales del 5 de mayo de 2024, y otra administración de gobierno asume el poder, para enrumbar el país por mejores sederos de bonanza y prosperidad.

Ocurre otra catástrofe, que compromete la salud de la población ocasionando daños al sistema respiratorio. El fuego ocasionado al vertedero de basura de Cerro Patacón ha despertado la preocupación general, ya que han pasado 2 días y de acuerdo con los informes divulgados por el Benemérito Cuerpo de Bomberos, el Ministerio de Salud y la Autoridad de Aseo, solamente se ha logrado controlar el 60%.

¿Como ocurrió? ¿Quién lo ocasiono? ¿Hay controles de acceso al vertedero? Estas son algunas interrogantes que nos retumban en la cabeza sin respuesta coherente que nos satisfaga.

La información divulgada por el director de Aseo de que en dicho lugar operan 30 pandillas, es algo inadmisible e intolerante, porque con ello, queda claro que los que gobiernan son las bandas y las autoridades de seguridad se han replegado en una forma cómoda a dejar hacer y dejar pasar, sumando otra cuenca del rosario de insatisfacciones civiles que enfrentamos los ciudadanos de este país.

Las declaraciones por el regente de Aseo, nos deja entrever que el depósito de basura de Cerro Patacón es un país dentro de otro país, y lo lógico y lo legal que procede es que si tiene conocimiento de tal situación debe ponerlo en conocimiento de las autoridades de policía para que estas actúen.

No es la primera ocasión que ocurre algo semejante, anteriormente ha ocurrido causando un impacto en las comunidades, y afectando la salud de éstas.

Estos acontecimientos evidencian que no hemos aprendido de los errores y de las omisiones. Pudiendo ejecutar políticas de prevención que representan ahorros importantes a corto plazo para el Estado panameño.

Reafirmo que nuestro país no se encuentra preparado para una catástrofe y pienso, además, que es la última de las preocupaciones de los gobiernos hasta que el problema ocurre.

El mejor ejemplo de esta afirmación es que el Estado panameño, no consta con albergues temporales apropiados para atender a moradores de áreas cercanas, ni tampoco para atender grandes volúmenes de afectados. En esto no se invierte, porque no lo ven necesario.

La ligereza como atienden los problemas nos motiva a pedirle al supremo que pasen los días con prontitud, con el fin de ver las iniciativas que pondrá la nueva administración de gobierno electa en mayo próximo, antes que Panamá se acabe.

Comparte

Write A Comment