Las temperaturas gélidas y, sobre todo, el paso del tiempo reducen las oportunidades de encontrar supervivientes tras los escombros en Turquía y Siria.
Son horas clave. Se cumplen tres días desde el terremoto en Turquía y Siria y se van reduciendo las opciones de encontrar supervivientes. Los voluntarios y los equipos de rescate no tiran la toalla. Trabajan sin descanso, sin dormir, haciendo un esfuerzo enorme para salvar el mayor número de vidas posible. Esta misma madrugada, han logrado sacar a familias enteras, que han estado 72 horas atrapadas bajo los escombros.
Los rescatistas buscan vida entre el desastre, trabajan sin descanso desde la noche del lunes. 68 horas después los equipos de emergencia conseguían sacar a Helen, una niña atrapada entre los escombros.
Misma suerte la de un niño encontrado en Hatay por el cuerpo de bomberos. Una niña en Siria espera, habla y canta mientras escarban despejando todo a su alrededor.
Los milagros ocurren, como el de un bebé recién nacido encontrado con vida días más tarde. Él llora mientras los servicios de emergencia aplauden. Lo tumban en una manta mientras observan si está bien.
Abrazo al héroe
Una niña se abraza a su héroe tras haberla rescatado de entre los escombros, con cara de miedo no le quiere soltar. Decenas de personas celebran también el hallazgo de un superviviente más en Turquía.
“Cuando se produjo el terremoto cayó una losa sobre mí y caí al suelo“. Lo cuenta Fatma tras ser rescatada. Ella estaba en el sofá de su casa con un familiar cuando se les cayó el techo encima. Entre sollozos pide que la ayuden, que busquen a su familiar.
Los equipos de recate trabajan contrarreloj, se acaba el tiempo mientras muchos mantienen la esperanza de encontrar a los suyos.
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