El Pentágono ha dado la voz de alarma sobre el preocupante aumento en la compra de armas del Ejército chino, que ya quintuplica el ritmo de adquisición de máquinas de guerra de los EEUU. Además, afirman que no sólo están ampliando su maquinaria de guerra un ritmo vertiginoso sino que, además, gastan veinte veces menos para obtener lo mismo.
Como apunta la publicación militar The Warzone, eso es lo que dijo la semana pasada el Subsecretario Adjunto para Compras de la Fuerza Aérea estadounidense, el General de División Cameron Holt, en una intervención en la Cumbre de Precios de Contratación del Gobierno “antes de abandonar su puesto”.
El monstruo burocrático de la industria de defensa norteamericana
Holt no sólo afirma que es extremadamente preocupante el ritmo de expansión del ejército chino, algo que ya hemos dicho en estas páginas en otras ocasiones, sino lo más grave es que están gastando mucho menos para conseguirlo. “En paridad de poder adquisitivo, gastan alrededor de un dólar por cada 20 dólares nuestros para obtener la misma capacidad“, aseguró Holt. “Vamos a perder si no podemos solucionar cómo reducir el coste y aumentar la velocidad en nuestras cadenas de suministro de defensa“.
Según Holt, el problema está en cómo funciona la industria armamentística americana y las distintas ramas del Departamento de Defensa, que básicamente se han convertido en auténticos monstruos burocráticos, pesados e ineficientes. “Si no cambiamos nuestro sistema para obtener recursos, nada de lo demás importa”, recalca The War Zone sobre la intervención de Holt, que añade que “el modelo actual, sin embargo, tiene retrasos más o menos integrados desde el principio, con un proceso dolorosamente lento de aprobación de presupuestos para cada fase de un programa, desde la redacción de un requisito formal hasta los costos de mantenimiento y ciclo de vida. Esto significa que, en cualquier etapa de un programa determinado, aquellos que controlan los presupuestos pueden intervenir y potencialmente cambiar por completo su dirección, y velocidad, en función de cómo piensan que se deben asignar los fondos”.
Los chinos, aseguran, tienen una estructura más ágil que se adapta mejor a las necesidades cambiantes de su Ejército aunque tengan sus propios problemas. Y eso sin contar con el espionaje chino que ha acelerado todos sus programas en combinación con programas de investigación avanzada en manos de científicos e ingenieros formados en los laboratorios más avanzados de las mejores universidades norteamericanas. Sean cuales sean los motivos de su revolución tecnológica, Holt y otros expertos militares afirman que el resultado final es que están consiguiendo mucho más por muchísimo menos.
Resulta irónico que un país que hasta hace poco apenas podía copiar tecnología soviética obsoleta haya creado una industria militar tan avanzada, ágil y potente en apenas tres décadas, con planes a largo plazo que aparentemente — y según los propios norteamericanos — ejecutan de forma implacable.
Avance implacable
Sabemos que para muchos expertos occidentales, China está a la par o ya ha superado a EEUU y el resto de países occidentales en inteligencia artificial. Ya contamos en este artículo que según la prestigiosa universidad de Stanford, en 2020 el 20,7% del total de citas académicas sobre este tema fueron sobre investigaciones chinas, mientras que el 19,8% citaba a científicos estadounidenses.
Lo hará pronto en otras tecnologías emergentes como la genética o la biología sintética. Nicolas Chaillan, dimitió como jefe de software del Pentágono en protesta por la burocracia y las trabas de las que habla Holt. “No tenemos ninguna posibilidad de competir contra China en 15 o 20 años. En este momento, ya es un hecho; en mi opinión, ya se ha acabado“, comentó en su día Chaillan en una reciente entrevista. “Que haga falta una guerra o no es algo anecdótico“.
Su esfuerzo ha dado frutos preocupantes en tecnologías de armas hipersónicas, con varios éxitos en el lanzamiento de misiles y planeadores hipersónicos. El Pentágono sigue extremadamente preocupado ante la última arma hipersónica china, que es aún más compleja y sofisticada de lo que pensaban. Los mayores expertos en tecnología militar de los EEUU no se pueden explicar “cómo China ha podido superar los límites de la física” con este nuevo desarrollo. Sobre todo mientras los norteamericanos siguen fallando en sus pruebas, a pesar de algunos éxitos aislados.
China también está cambiando su concepción de la guerra. A principios de año, un demoledor nuevo informe publicado por el prestigioso Centro para la Estrategia y Estudios Internacionales (CSIS en sus siglas en inglés) — un ‘think tank’ sobre relaciones internacionales, finanzas, tecnología y geoestrategia fundado en los años 60 en Georgetown University — apuntaba que China está preparando una nueva fuerza de armas hipersónicas tácticas y estratégicas después de décadas de investigación científica. Según estos expertos militares, esta fuerza será invencible si no se despliega un complejo sistema de defensa que, en estos momentos, ni existe ni se le espera.
El país asiático no sólo avanza en esta guerra del futuro, sino que está invirtiendo miles de millones de dólares en armas convencionales, como la armada invencible con la que quieren imponer su dominio absoluto en el Pacífico occidental y obtener la supremacía naval en todo el planeta. No sólo han superado ya a la legendaria US Navy en número de barcos, sino que ya han terminado la estructura de un nuevo portaaviones que, según los expertos, es comparable en tecnología a los americanos. Como apunta el experto naval H I Sutton, lo que más asusta es la impresionante expansión de estos astilleros militares, que indica que el “increíble crecimiento de la Armada China” en los últimos años no va a parar. “China tiene la ambición de expandir y modernizar su armada a una escala nunca vista en ningún otro país”, asegura Sutton.
Un peligro incierto
Lo mismo ocurre con sus fuerzas terrestres, aéreas y nucleares, que han visto una expansión y modernización similar. El ‘caza invisible’ de quinta generación J-20 Poderoso Dragón es quizás el mejor ejemplo de cómo han pasado a hacer copias de jets soviéticos obsoletos a clonar y adaptar a sus necesidades tecnologías norteamericanas de vanguardia como el F-22 Raptor y el F-35 Lightning II.
Todo mientras recalibran sus desarrollos para cubrir conceptos avanzados como los enjambres de drones en respuesta a los cambios demostrados en escenarios bélicos como la invasión ilegal rusa en Ucrania.
Y no, China no está por delante de los Estados Unidos en todo, ni mucho menos. Lo alarmante, como recalca Holt, es que se están acercando a un ritmo extremadamente rápido y que EEUU y la OTAN deben actuar en consecuencia si no quieren verse dominados por una dictadura con una ambición desmedida y sin ningún respeto a los derechos humanos más básicos. Un país que, según Human Rights Watch, está llevando a cabo “el ataque más intenso contra el sistema internacional de derechos humanos que se haya registrado en décadas” y no oculta sus ansias imperialistas,
Fuente: elconfidencial