Por: Alfonso Fraguela
Los escándalos de la administración saliente siguen brotando por todos lados, lo más reciente fue la desaparición de 600 vigas del Puente de las Américas cuyo costo supera los 3 millones de dólares.
Luego que los reportes periodísticos difundieran estos nuevos hallazgos la opinión pública no dejó de expresar su rechazo en los medios digitales, viendo con asombro esta información.
La administración tuvo tantas denuncias de actos de corrupción que esta última “es una raya más para el tigre” como usualmente se dice.
El Fentanilo, los auxilios económicos, los respiradores en pandemia, el manejo de los fondos en pandemia, los albergues, son solamente algunos de los escándalos más emblemáticos que marcaron al Gobierno de Laurentino Cortizo Cohen.
En estos momentos, la solución será elegir a corto plazo, y me refiero a la designación del nuevo Procurador General de la Nación que reemplazará al actual, y deberá llevar adelante las investigaciones en forma tenaz e implacable, porque la percepción ciudadana interpreta las investigaciones actuales con cierto grado de impunidad.
Las elecciones de ciertos funcionarios por parte del Ejecutivo y que son ratificados por la Asamblea Nacional le brindará confianza a la ciudadanía disipando el aire de impunidad que reina actualmente.
Han pasado solamente 3 meses desde el cambio de gobierno, pero los escándalos surgen sin acciones concretas que garanticen un castigo a los infractores dejando a los asociados con un mal sabor de boca, de que no pasará absolutamente nada.
Somos conscientes que hay muchas cosas que se deben hacer, y que la administración actual es un tren bala en movimiento, pero es en esta etapa donde hay que tomar decisiones prioritarias y ejecutivas para que aquellos que hayan cometido latrocinio no queden impune y se rían en nuestra cara.
El pueblo quiere volver a confiar en sus lideres, pero es deber de esos lideres demostrar que en ellos se puede confiar, para de esa manera el país evolucione y pueda seguir desarrollándose.